Actualmente la Toxina botulínica tipo A es uno de los tratamientos mas utilizados a nivel mundial para conseguir una mejoría temporal de las arrugas faciales debidas a la expresión y mímica de la musculatura facial.

Se le conoce con el nombre de Botox, sin embargo, es el nombre comercial con el que salió al mercado por primera vez. La toxina botulínica es un complejo neurotóxico que actúa relajando la musculatura. La dosis administrada es muy baja. No se acumula, nuestro organismo lo elimina progresivamente. Tiene una duración de 4-6 meses, momento en el cual puede volverse a administrar. Con los tratamientos continuados se puede conseguir una rehabilitación del movimiento de los músculos educando así la contracción del mismo.

Se utiliza para el tratamiento de las arrugas existentes y prevención de nuevas arrugas. También tiene indicación en la Sudoración excesiva (Hiperhidrosis) axilar, palmar o plantar.

Es un tratamiento no doloroso, ambulatorio, rápido y seguro. No requiere la realización pruebas de alergia previamente.

La aplicación se realiza en 15 a 20 min aproximadamente. Se inyecta una cantidad de toxina mediante una aguja muy fina debajo de la piel, directamente en el musculo, puede aparecer algún pequeño hematoma y/o una leve inflamación transitoria debida a la infiltración. No debe masajearse la zona donde se ha administrado el medicamento en las horas siguientes para evitar así una posible difusión del producto y efectos no deseados.

Los resultados comienzan a notarse entre 48-72 horas. Durante los primeros 15 días se van eliminando las arrugas progresivamente. Hacia el día 15 de la aplicación conviene una visita de control para valorar si es necesario realizar algún retoque. El rejuvenecimiento es evidente y el rostro queda mas fresco y relajado sin perder la expresión facial.

Dra. Indira Blanco Ramos
Medico Especialista en Medicina Antienvejecimiento
Especialista en Farmacología Clínica