Os adjuntamos la entrevista realizada en La Vanguardia a nuestro equipo de Doctores Pablo Umbert, Mónica Quintana, Javier Forteza coincidiendo con el Día Europeo de la «PREVENCION CANCER DE PIEL».

¿Qué lugar ocupa el cáncer cutáneo respeto a otros cánceres no cutáneos y de qué datos estadísticos disponemos?

Los carcinomas cutáneos son los tumores más frecuentes en los humanos. Existen dos formas fundamentales de presentación la esporádica y la asociada genodermatosis. Las personas mayores de 65 años tienen un riesgo del 50% de presentar algún tipo de cáncer cutáneo.

 

¿Qué avances diagnósticos destacaría?

Uno de los avances es el mayor conocimiento de la dermatoscopia y la microscopía con focal, que es la visualización óptica no invasiva de la piel y permite reconocer lesiones sospechosas incipientes, pero sin llegar a la fiabilidad de la biopsia cutánea. Tiene un gran interés en el almacenamiento digital de las imágenes y su comparación a los pocos meses para determinar si ha existido algún cambio sospechoso. Recientemente, hemos introducido la técnica DIC (Diagnóstico Inmediato Cutáneo), que nos permite dar un diagnóstico histopatológico en pocos minutos de mayor fiabilidad respecto a otras técnicas diagnósticas. Actualmente, hemos avanzado en el conocimiento de los mecanismos patogénicos y la identificación de dianas potenciales que permiten detectar el riesgo de padecer un carcinoma cutáneo. Se recomienda el estudio genético en personas jóvenes, con múltiples carcinomas o con antecedentes familiares. En 1/200 pacientes existen algún factor de riesgo en el gen PTCH1 además de alteraciones cromosómicas. La correlación clínico-patológica requiere experiencia y resuelve la mayoría de las dudas. El resultado de una prueba, incluso de una biopsia positiva puede ser el origen de errores. La negatividad no es siempre definitiva, deben de realizarse cortes seriados de toda la pieza biopsiada  o rebiopsiar. La positividad no debe de alarmarnos, sino que debe de valorase dentro del contexto del tumor en relación con los datos clínicos, entre otros factores.

 

¿De qué avances terapéuticos para los carcinomas disponen? 

Disponemos de nuevos tratamientos que se adaptan al tipo de tumor, a su localización y a sus características histológicas. Entre ellos destacamos los inmunomoduladores tópicos como el imiquimod, el diclofenaco o el 5-fluorouracilo. En aquellos carcinomas basocelulares metastáticos o inoperables disponemos de moléculas inhibidores de la vía “Hedgehog” con una tasa de respuesta muy alta. El tratamiento con terapia fotodinámica permite atacar exclusivamente las células cancerosas respetando las normales. Es un tratamiento ambulatorio eficaz en las lesiones precancerosas y carcinomas superficiales. El tratamiento estrella continúa siendo la cirugía micrográfica controlada, que nos permite alcanzar los máximos índices de curación en carcinomas faciales, de alto riesgo y recidivantes. Consiste en el estudio histológico inmediato del tumor durante la intervención en sucesivos estadios en la misma sesión hasta llegar a la negatividad. Una de sus excelencias es el respeto del tejido sano peri tumoral que permite una reconstrucción inmediata excelente.

 

Han introducido la técnica DIC (diagnóstico inmediato cutáneo) que en pocos minutos puede dar un diagnóstico frente a una lesión sospechosa, ¿el resultado es definitivo?

En caso de sospecha, el DIC nos permite en pocos minutos hacer un diagnóstico preciso. Si es negativo, debemos esperar el procesamiento rutinario de todo el tejido biopsiado.  Los pacientes valoran satisfactoriamente  que en un mismo acto se realice el diagnóstico y tratamiento.

 

CÁNCER CUTÁNEO MELANOMA DRA. MÓNICA QUINTANA

¿De qué avances disponemos en el campo del melanoma?

Durante los últimos años, y también en la actualidad, la mayoría de los avances en el campo del melanoma han sido y siguen siendo en relación a su tratamiento, concretamente al manejo de los melanomas más avanzados. La aparición de nuevos fármacos, tanto terapias diana como fármacos de inmunoterapia, ha permitido una mejora importante en la supervivencia de estos pacientes.

 

¿Cómo podemos sospechar un melanoma?

El pronóstico del melanoma está directamente relacionado con su grosor. Los melanomas de mayor grosor tienden a hacer metástasis tanto a los ganglios como a los diferentes órganos. Es por esto que su diagnóstico precoz, es decir, detectarlo al inicio de su aparición, es clave para poder lograr su curación. Es muy importante la autoexploración, es decir, la revisión periódica de los lunares propios, buscando lunares o manchas de nueva aparición o cambios en lunares ya existentes. Los signos de alarma siguen la norma del ABCDE. A representa Asimetría; una mitad es diferente de la otra mitad. B representa Borde irregular. C representa diferentes tonos de Color. D representa Diámetro grande, normalmente mayor de
6 mm. E representa Evolución, es decir, un lunar que está cambiando en el tiempo.

 

¿Existen técnicas para poder detectar de forma precoz un melanoma?

Sí. Además de la autoexploración, son esenciales también las revisiones periódicas de lunares con el dermatólogo. Con la ayuda de la dermatoscopia, una técnica que permite visualizar en profundidad las lesiones cutáneas mediante una lente con luz polarizada llamada dermatoscopio, los dermatólogos son capaces de detectar los melanomas de forma más precoz. Además, aquellos pacientes con un riesgo más elevado de presentar un melanoma, pueden beneficiarse de una prueba no invasiva llamada microscopía de epiluminiscencia digitalizada. Esta prueba consiste en fotografiar y guardar en un archivo imágenes de toda la superficie cutánea por zonas (mapas corporales). Esto permite comparar las imágenes en exploraciones sucesivas, pudiendo detectar lesiones de nueva aparición así como cambios mínimos en los lunares digitalizados.

 

¿De qué terapias disponemos para tratar este tipo de cáncer?

El tratamiento del melanoma es complejo y varía en función de su estadio. En melanomas más delgados, la cirugía del tumor es el tratamiento curativo. En melanomas más gruesos, a parte de la cirugía del tumor puede ser necesaria la cirugía de los ganglios linfáticos locorregionales en caso de que éstos estén afectados. En aquellos melanomas que ya han metastatizado a otros órganos, el tratamiento es mediante uno o varios fármacos. Estos fármacos se agrupan en 2 subtipos dependiendo de su manera de actuar: terapias diana e inmunoterapia. La elección del mejor tratamiento es siempre individualizada y consensuada entre el paciente y el médico tratante.

 

Finalmente, ¿qué podemos hacer para intentar prevenir este tumor?

 

Sólo un 10% de los melanomas son familiares. Esto significa que la gran mayoría son esporádicos. Los factores de riesgo más importantes son la elevada exposición solar, sobretodo la de tipo intermitente e intensa; las quemaduras solares en la infancia, presentar muchos lunares y tener un color claro de piel, ojos y cabello. La forma más importante para prevenir el melanoma es la protección solar, con el uso de filtros físicos (gorra, gafas, camiseta, sombrilla, etc.) y filtros químicos (cremas solares).

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